Estas semanas voy a tener la suerte de poder asistir a dos desfiles de moda maravillosos: Mar Segura Shops y Sergi Regal Novias. La posibilidad de ver las colecciones de ropa preciosa lucidas por modelos con mucho estilo que se mueven con gracia y te permiten apreciar el potencial de las prendas que presentan, es un lujo.
Antes del siglo XX los trajes se enseñaban en maniquíes o simplemente se mostraban a cada cliente de forma privada. Los desfiles tal y como los conocemos hoy en día son cosa de los creadores de la moda del siglo XX
Charles Worth, célebre modisto francés y pionero de la industria de la moda desde finales del siglo XIX fue el primer diseñador en deshacerse de los maniquíes y utilizar modelos de verdad en su estudio para que sus clientes los pudieran valorar.
Otro pionero fué Poiret, gran diseñador de principios del siglo XX empeñado en mostrar sus creaciones en movimiento
Pero la liberación de la moda y el aire de frescura que imprimió Coco Chanel a esta industria es innegable, sus desfiles en su casa-taller bajando la famosa escalera quedarán para siempre en el imaginario de la alta costura.
Sin embargo el tremendo ruido que los desfiles de moda proyectan, las expectativas que producen y su popularidad se deben sobre todo a la apertura de estos al mundo audiovisual y ello comenzó con Christian Dior, que abrió la puerta de sus desfiles a los fotógrafos. A partir de ahí, la Importancia de la publicidad en una sociedad de consumo en auge y la necesidad de darse a conocer pondrán el resto. Así, en un in crescendo imparable Thierry Muggler crea en los años 80 una pasarela en París poniendo a la venta sus entradas y dando una proyección más espectacular a su desfile. En paralelo, la publicidad mediante fashion films completan el cada vez mas complicado mundo de la costura.
No hay temporada de moda que se precie sin los cientos de desfiles de marcas, modistos y firmas que podemos conocer y evaluar, y luego, eso sí, será el mercado el que ponga el equilibrio entre lo que ellos dicen y nosotros compramos.
¿Qué nos deparará el futuro? Pues los modelos virtuales ya son presente así como las plataformas en las que encontrar presentaciones online donde la moda se muestra con envoltorios atractivos, muy cinematográficos, con diferentes estéticas pero siempre buscando la aceptación del público y que la industria no pare, aunque cada vez con un clamor por la sostenibilidad mayor y una implicación de los consumidores más personalizada y creativa.