Vuelve la navidad y toda su carga de costumbres, de rituales con los que año tras año nos reencontramos: las reuniones de empresa, de grupos de amigos, de familia. Y aunque la situación este año dista de ser la habitual y deseada, hay prácticas que mantenemos y así debe ser porque, entre otras cosas, ayudan a normalizar la vida en momentos bastante inusuales.
Elegir el menú que vamos a poner o decidir cómo vamos a vestir nuestras celebraciones forma parte de esa importante liturgia. Cuando vestimos una mesa, estamos expresando la importancia que los que la van a compartir tienen en nuestra vida. Cada detalle está pensado, no es una cena o un almuerzo más, es la cena del año, donde la mesa brilla y con ella nuestro profundo anhelo de crear momentos únicos, recuerdos felices, de capturar lo que ese instante representara en el futuro en forma de memorias compartidas. Por eso la vajilla, los cubiertos o el mantel que has seleccionado llevan escrito el deseo de armonía y felicidad en fechas que son esperanzadoras pero también nostálgicas.
Buscar el color básico, optar por el oro o la plata como complementos, o atrevernos con los dos, decidir qué elementos mezclar y, sobre todo, cómo será la decoración central. Que el conjunto este precioso entorno a los que nos importan ayudando a que el equilibrio y la alegría impriman su magia en estos momentos tan especiales.
Embellecer la mesa ayuda a vestir nuestros corazones, a sacar la mejor versión de nosotros mismos, es un acto de amor que es bonito que se mantenga y ojalá más de una vez al año.
Aquí os paso los vídeos que hemos preparado para esta navidad. Ideas para vuestras mesas y vuestra cocina.